Como experiencia personal he de resaltar mi iniciación en este deporte por necesidad, puesto que al rededor de los catorce años de edad mi pediatra me diagnosticó escoliosis (es una condición que causa una curvatura de lado a lado en la columna vertebral) y me fue recomendada la práctica de este deporte. Lo que no podía imaginar fue descubrir lo agradable que me resultó practicar la natación de forma habitual y todos sus beneficios, pues gracias a esto pude apreciar una mejora notable de mi espalda, junto con otros ejercicios de rehabilitación.
Primer día de clase en piscina.
Comenzamos con una evaluación inicial sencilla para saber al nivel al que nos encontramos e ir avanzando progresivamente en la piscina. Esta evaluación consta de ocho ejercicios:
1º Es capaz de sumergir la cabeza y sacarla 3 veces seguidas.
2º Buceo.
3º Flotación activa.
4º Piernas de braza:
4.1. Movimiento de piernas.
4.2. Posición de los pies.
5º Crol. Respiración lateral.
6º Espalda.
7º Zambullida. De pié o de cabeza. (ambas o ninguna)
8º Valoración global.
En mi caso realicé de manera más o menos desenvuelta todas las actividades, aunque la posición de los pies en braza me resultó más complejo en un principio. Pudiendo mejorarla con ayuda de unos sencillos ejercicios al borde de la piscina, buscando con ello la posición correcta. Al comenzar de nuevo a nadar obtuve una mejora en la ejecución del estilo de braza.
Estilos de natación vistas en el aula.
CROL. En el crol, los nadadores utilizan una acción de brazos y un batido de pies alternativo. Un ciclo completo de este estilo se compone de una acción completa del brazo derecho, una completa del izquierdo y de un número variable de batidos de piernas. El movimiento de los brazos es alternativo y mientras uno de ellos se mueve hacia adelante por el aire con la mano dispuesta a entrar en el agua, y el codo relajado, el otro brazo se mueve avanzando bajo el agua en sentido contrario al otro brazo. En todos los estilos de la natación es muy importante tener conciencia, al menos al principio, de la respiración. En el estilo de crol se toma aire, se inhala, por la boca, al girar la cabeza a un lado, y se expulsa el aire, se exhala, bajo el agua. Es muy recomendable aprender a respirar por los dos lados, cada 3 o cada 5 respiraciones, ya que si nos limitamos a respirar siempre por el mismo lado se puede llegar a generar una descompensación de la columna.
BRAZA (O PECHO). Es quizás el más antiguo de los estilos de natación.Junto con el estilo crol, es uno de los estilos más populares debido a su comodidad de desplazamiento.La braza es el primer estilo que aprenden muchos nadadores ya que es un estilo tranquilo y agradable. Sin embargo, es el estilo cuya técnica cuesta más de dominar, porque requiere una excelente coordinación de movimientos.Se trata del estilo más lento de los cuatro, debido a que en la fase de recobro de las piernas, al preparar la patada, se produce una importante desaceleración del cuerpo, lo que reduce considerablemente la velocidad media por ciclo con respecto a los otros estilos.
ESPALDA. Como en el crol de frente, el estilo espalda consiste en una acción alternativa de los brazos y de las piernas. Sin embargo, a diferencia del crol, los nadadores están sobre sus espaldas, en posición dorsal. Esto les obliga a realizar las brazadas con una trayectoria más lateral que por debajo del agua, como sucede en el crol.Es el único estilo en el que la cara nunca queda sumergida en el agua, excepto en los virajes y las salidas. La desventaja que tiene este estilo es que el nadador no visualiza hacia donde va y tiene que buscar puntos de referencia, especialmente en los volteos y en la llegada, para saber donde está. Esto se consigue con experiencia.
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