sábado, 24 de enero de 2015

VOLTEO CROL

Para desarrollar una vida deportiva larga es necesario pasar por los aprendizajes que aseguren un buen desarrollo de la inteligencia motriz. No debemos cerrarnos nunca a los aprendizajes de volteretas o virajes. En natación son fundamentales para desarrollar nuestra inteligencia motriz y, en concreto, la orientación espacial. Un gran problema con el que se encuentra una persona que ha tenido muy pocas  vivencias en el agua (o que nunca ha jugado en el agua) es que no sabe cómo se mueve su cuerpo en conjunto y cada extremidad por  separado en ese medio.
¿En qué consisten los virajes?
En la teoría son dos giros: uno sobre el eje transversal del cuerpo, para llevar las piernas a la pared sin necesidad de apoyarnos con las manos, y otro giro en el eje longitudinal, que se hace durante el impulso y deslizamiento para no salir boca arriba.
Pero todos sabemos que la teoría se vuelve compleja cuando intentamos algo por primera vez. Hay quien gira y se queda en el mismo sitio, otros que salen completamente desorientados, otros que ni siquiera pueden impulsarse con la pared y los que tras salvar 'in extremis' la espalda se impulsan con un pie saliendo despedidos contra la corchera.
Por ello es importante seguir unas pautas de aprendizaje básicas que nos ayuden a saber movernos en el agua de formas distintas en el simple gesto de nadar a crol. Muchas de estas pautas las realizamos el pasado lunes con ayuda de nuestros compañeros:
1. Dar volteretas hacia delante y hacia atrás, sobre el eje transversal del cuerpo, tomando conciencia del movimiento de nuestras manos.
2. Lo mismo sobre el eje longitudinal del cuerpo. En realidad sería pasar de crol a espalda y viceversa.
3. Nadar crol normal pero en la mitad de la piscina dar un giro hacia delante sobre el eje transversal del cuerpo y agrupados. Según acabamos el giro buscar con la mirada la pared de enfrente y seguir nadando en la misma dirección y sentido.
4. Misma idea que en el ejercicio anterior, pero ahora será el entrenador el que con una señal acústica marcará el momento del giro. Por tanto ya introducimos otro aspecto: tengo que estar atento a algo ajeno a mí: a un 'silbidito'. Esto mismo se complica si la señal es visual
5. Ejercicios anteriores con las piernas extendidas.
6. Ejercicios 3 y 4 pero tras el giro nadar hacia atrás a espalda. Por tanto todos en la calle nadan en sentido contrario. Este último ejercicio es muy divertido, pero todo los que participan deben estar muy atentos para que no existan colisiones indeseadas.

Técnica del volteo de crol:

Aproximación: Cuando la cabeza del nadador se halla alrededor de 2 a 3 metros de la pared de la piscina, según su estatura y la eficiencia de la tracción de los brazos, inicia la última tracción, en este caso con la mano derecha. La mano izquierda continúa impulsando atrás, mientras él mira adelante, a la pared.
El nadador mira a la pared y toma la decisión de virar ahora o esperar hacerlo a la próxima brazada.
En este punto toma la decisión de virar y, en vez de recuperar la mano izquierda la detiene a su costado y continúa la tracción atrás con la mano derecha. Los pies empiezan a subir juntos en preparación a ejecutar un ligero batido de cola de pez. Algunos nadadores prefieren seguir subiendo una mano, en este caso la izquierda, y recuperarla hasta medio camino adelante, deteniéndola entonces repentinamente en el aire. De esta manera la impulsión del brazo se transfiere al cuerpo y le ayuda a voltear. El brazo retorna en seguida a la posición más allá de la cabeza. Esta acción del brazo en el aire es similar al movimiento de ondear una bandera.
Giro o viraje: La cabeza es lanzada hacia abajo por flexión del cuello. Las palmas de ambas manos se girarán de forma que miren hacia abajo; las piernas y los pies se hallan unidos con las rodillas dobladas.
El cuerpo pierde su alineación recta a medida que la cabeza continúa hacia abajo y el tronco flexiona. Simultáneamente, ambas manos, con las palmas hacia abajo, son impulsadas a descender como si prepararan un buceo desde la superficie. Los pies son batidos hacia abajo en una percusión de cola de pez a fin de ayudar a impulsar las caderas hacia arriba.
La parte delantera del cuerpo continúa doblándose por las caderas. La resistencia creada en este punto por la cabeza y el cuerpo tiende a detener la inercia de la parte superior del tronco. La inercia hacia delante de la parte inferior del tronco y de las piernas no resulta tan afectada por esta resistencia, continuando su movimiento hacia delante y por encima de la parte superior del tronco. Si el nadador iba suficientemente rápido, como en pruebas de velocidad, este impulso puede, virtualmente, ser todo lo que necesite para virar. En esta figura, la mano izquierda está empezando a doblarse por el codo y a traccionar hacia la cabeza.
A medida que las caderas pasan por encima de la cabeza, la mano izquierda continúa impulsando el agua hacia la cabeza. Este movimiento ayuda a consumar la voltereta. La mano derecha, con la palma mirando hacia dentro, actúa de timón, con un movimiento ligeramente circular para hacer girar el cuerpo del nadador sobre su eje longitudinal. Los pies no pasan directamente encima de la cabeza, sino ligeramente a la derecha de la línea media del cuerpo.
Cuando los pies están completamente fuera del agua, las piernas se recogen y son lanzadas atrás, hacia la pared, mientras las manos terminan su acción de dirección. El nadador debe conscientemente girar su cabeza y sus hombros e intentar, sin romper el ritmo del movimiento, volverse sobre el costado.
Toque: El viraje del nadador queda completado y debe situar el cuerpo en posición para la impulsión desde la pared. Las manos, a medida que empiezan a ir adelante, casi se tocan. Continúa girando el cuerpo a efectos de situarse sobre el costado. Los pies se "plantan" en la pared a una profundidad aproximada de 30 - 40 cm.
Despegue o impulso: Mientras las piernas empiezan a impulsar adelante por medio de la extensión de las rodillas, los brazos siguen estirándose. El impulso en la pared deberá ser potente y explosiva en el plano horizontal y nunca inclinarse hacia arriba o hacia abajo.
Deslizamiento: Los hombros se hallan casi completamente a nivel cuando tiene lugar la impulsión final de las piernas. Cuando los pies dejan la pared por la extensión de los tobillos que completan dicha impulsión final, los brazos se tensan hacia delante, con la cabeza entre ellos, creando una posición hidrodinámica. La espalda está recta y las piernas y pies están junto y extendidos.
Propulsión hacia la superficie: El nadador debe regular su profundidad utilizando las manos como timones. También debe levantar la cabeza para contribuir a elevarse a la superficie. Si se halla a demasiada profundidad, puede verse obligado a batir una o dos veces para ayudarse a remontar a la superficie. Si está a una profundidad correcta, puede empezar en forma conjunta a batir y a traccionar. En la actualidad el nadador realiza dos batidos de mariposa mientras mantiene sus brazos estirados hasta que llega a la superficie. (En la animación esto no sucede).
El nadador reemprende sus brazadas y recobra la cadencia de las mismas.

Puede respirar en el primer movimiento de brazos a la salida de viraje (esta técnica es especialmente conveniente en las carreras de fondo) o puede ejecutar dos brazadas antes de respirar (como lo hace en velocidad).

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